10 septiembre 2009

Contes pels grans amb esperit jove

Para esos niños un poco entraditos en años...
Mi repertorio está formado por historias de muchos tipos. Os confieso que mi debilidad, mi pasión, son las pequeñas anécdotas populares, divertidas, humanas, sencillas, donde el ingenio da un toque final de elegancia.
Otro gran bloque son los mitos, leyendas medievales, cuentos de los inicios del mundo, histories celtes, contes de Navarra, contes bascos, mitologia grega,…siempre me ha fascinado la capacidad de la mente para crear aquello que se desconoce.
Hay un grupo de cuentecillos, anécdotas, que son pura tradición oral, tanto que ni siquiera tienen estructura de cuento. Son historias para ser escuchadas en una cocina, mientras la olla bulle y los cristales se empañan. Es tarea poco fácil explicarlas a unos expectadores sentados en sus butacas, en cambio este tipo de historias salen espontáneamente en otros entornos.
Algunos cuentos hablan de ensoñaciones y mundos idealizados, fantasias. Muchos hablan de personas con las que nos podemos encontrar por la calle, de hechos cotidianos, de sentimientos que muchos hemos tenido., de gente corriente. Son historias sin moraleja, aunque con mensaje abierto en que cada uno obtiene una impresión diferente. Incluso invitan al debate.

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